Bowl with Lips, 2000
Cedar, graphite
Museum Purchase by exchange of the Gifts of A. E. House, H. E. Platt, Jr., and Dr. Miklos Rosza
Born to a Polish mother and a Ukrainian father, Ursula von Rydingsvard spent her childhood displaced, moving with her family among Germany’s post–World War II labor and refugee camps. Not surprisingly, her sculptures seem to resound with echoes of these formative years. “I was exposed to very few objects,” the artist recalled,
...and the ones I grew very attached to were the things that belonged to my father, his agricultural tools; and the things which belonged to my mother, her domestic implements, like bowls, washboards and spoons, and so on. . . . I still feel that these very primitive implements, without a machine attached to them, that you work food with, that you work the soil with, they’re the real icons in my eyes, in my head.
The manual labor Von Rydingsvard associates with these objects and with her family also informs the making of her sculptures. Although she uses electrical tools, her works require a physically demanding process. She repetitively cuts and scores beams of cedar as she stacks, clamps, and laminates them together, finally darkening their surfaces by rubbing them with powdered graphite.
These complex sculptures invite multiple, sometimes contradictory, readings. Their rough, abraded surfaces evoke natural landscapes and manmade ruins. Their substantial masses feel at once threatening and protective. Bowl with Lips bears these characteristic traits and also employs Von Rydingsvard’s signature vessel form, a motif she turns to often because of its rich associative potential. Bowls are a fixture in her own thoughts, but their archetypal form also recalls how bowls have been universally used for both domestic and sacred purposes, as holders of nourishment for both body and soul. For Von Rydingsvard, the bowl is “a world, a vessel of emotions.” She also frequently thinks about the bowl’s kinship to the human body – a link underscored by the present work, whose title and round opening suggest lips parted in speech. Habitually reticent to assign a single interpretation to any of her sculptures, the artist undoubtedly would hope that this one speaks differently to each viewer.
Written for the exhibition, Art of Our Time (April 24, 2010 - August 8, 2010).
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Ursula von Rydingsvard
Bowl with Lips (Cuenco con labios), 2000
Cedro, grafito
Compra del museo mediante intercambio de los Regalos de A. E. House, H. E. Platt, Jr. y Dr. Miklos Rosza
Nacida de madre polaca y padre ucraniano, Ursula von Rydingsvard pasó su infancia desplazada, moviéndose con su familia entre los campos de refugiados y de trabajadores en la Alemania tras la II Guerra Mundial. No es sorprendente que sus esculturas parezcan resonar con los ecos de aquellos años formativos. “Estuve expuesta a muy pocos objetos”, recordó la artista,
…y los que más me apegaban eran las cosas que pertenecían a mi padre, sus herramientas agrícolas; y las cosas que pertenecían a mi madre, sus utensilios domésticos, como cuencos, tablas de lavar y cucharas, y así sucesivamente… Todavía siento que estos implementos muy primitivos, sin una máquina conectada a ellos, con los que trabajas la comida, con los que trabajas la tierra, son los verdaderos íconos en mis ojos, en mi cabeza.
El trabajo manual que Von Rydingsvard asocia con estos objetos y con su familia también influye en la creación de sus esculturas. Aunque utiliza herramientas eléctricas, sus obras requieren un proceso físico exigente. Corta y marca repetidamente las vigas de cedro mientras las apila, sujeta y lamina juntas, oscureciendo al final sus superficies al frotarlas con grafito en polvo.
Estas complejas esculturas se prestan a varias interpretaciones, a veces contradictorias. Sus superficies ásperas y desgastadas evocan paisajes naturales y ruinas hechas por el hombre. Sus considerables masas se sienten a la vez amenazadoras y protectoras. Bowl with Lips presenta estos rasgos característicos y también emplea la forma de recipiente distintiva de Von Rydingsvard, un motivo al que recurre a menudo debido a su rico potencial asociativo. Los cuencos son un elemento fijo en sus propios pensamientos, pero su forma arquetípica también recuerda cómo los cuencos se han utilizado universalmente tanto para fines domésticos como sagrados, como recipientes de alimento tanto para el cuerpo como para el alma. Para Von Rydingsvard, el cuenco es “un mundo, un recipiente de emociones”. También piensa con frecuencia en el parentesco del cuenco con el cuerpo humano, un vínculo subrayado por la presente obra, cuyo título y abertura redonda sugieren labios entreabiertos al hablar. Habitualmente reticente a asignar una única interpretación a cualquiera de sus esculturas, la artista sin duda desearía que esta resuene diferente para cada espectador.
Escrito para la exposición, Art of Our Time (Arte de nuestro tiempo) (24 de abril de 2010 - 8 de agosto de 2010).